Nuestro modelo tiene 2 riesgos inherentes
Reconocimiento de Relación Laboral
Juicios e Inspectores pueden considerar que Zubale no trabaja con el modelo Gig y que en verdad los Zubaleros son sus empleados. Los propios Zubaleros pueden hacer denuncias y reclamos para que su situación sea evaluada. Si logran demostrar subordinación y dependencia, ganan.
Realidad > contratos
Las prácticas reales hacia los Zubaleros prevalecen sobre los términos y condiciones escritos. Este es el principio de ‘supremacía de la realidad’ o ‘prevalencia de la realidad’, según lo cual un contrato puede ser considerado nulo si en la práctica, la relación tiene indicios de laboralidad. Tener un contrato escrito no nos protege si tenemos malas prácticas.
Para mitigar riesgos, debemos priorizar premios para comportamientos deseados. ¡Las medidas de desincentivo pueden ser malinterpretadas como subordinación y dependencia!
Los impactos de la reclasificación de la relación de los Zubaleros pueden ser enormes
- Responsabilidad financiera significativa
Potencial responsabilidad que oscila entre el 45% y el 60% del valor total pagado a cada Zubalero, lo que lleva a cargas financieras sustanciales.
- Gastos Legales
Incurriendo en costos por contratar asesoría legal externa para manejar el proceso de reclasificación y posibles demandas.
- Daño reputacional
Riesgos de dañar la reputación de la empresa incluso en diferentes países debido a la reclasificación y la posible mala gestión de las relaciones con los Zubaleros, lo que dificulta la venta de nuestros productos.
- Terminación de contratos y penalidades
Potencial terminación de contratos con clientes e incurrir en multas contractuales como resultado de la reclasificación y las implicaciones legales asociadas.
- Examen de los inversionistas
Necesidad de justificar las prácticas de la empresa y la gestión de las relaciones con los Zubaleros ante los inversionistas, impactando potencialmente la futura financiación e inversión.
- Impacto en los clientes
Los clientes pueden enfrentar daños reputacionales por tener un proveedor de servicios inadecuado, incurrir en gastos legales y potencialmente ser responsables de los montos adeudados a los Zubaleros.
Ya ha sucedido:
Conclusión:
- Hay algunas diferencias claras entre contratistas y empleados, pero también hay una zona gris con la que debemos tener cuidado.
- Cualquier contratista puede desafiar el estado de su relación con Zubale y solicitar la reclasificación como empleado.
- La naturaleza de la relación se define por las actividades diarias y la forma en que tratamos a los Zubaleros, incluso si los Términos y Condiciones o los contratos dicen lo contrario.
- Debemos siempre intentar fomentar los comportamientos deseados con incentivos y evitar los desincentivos, ya que pueden ser fácilmente malinterpretados o constituir subordinación inapropiada.
- ¡Cada acción cuenta! Siempre es un análisis del conjunto lo que determina la naturaleza de una relación en lugar de actos individualizados.
- Los clientes pueden verse gravemente afectados por nuestros actos.